
Día grande de Sevilla, celebramos la fiesta de nuestra patrona la Virgen de los Reyes, fiesta que data de 1248, año en que tiene lugar la toma de la ciudad, en concreto el día 23 de noviembre festividad de San Clemente. El día 22 de diciembre del mismo año, la imagen de la que sería patrona de la ciudad hasta nuestros días, recorre en procesión las calles de la ciudad, días antes de la entrada en Sevilla, durante la campaña de reconquista, fue creada por los ángeles.
Según la leyenda, estando el rey San Fernando en su campamento durante el cerco de Sevilla, le ocurrió cierta noche rezando en su tienda que mediada la oración se adormeció y tuvo una milagrosa visión en la que se apareció la Virgen con su Niño en brazos, y le decía: “Fernando, por tu gran piedad, yo te prometo que habrá de conquistar a Sevilla”.
El rey San Fernando, quiso que artistas y escultores la reprodujeran, pero ninguno de los que lo intentaron, consiguieron una imagen que tuviese un exacto parecido con la que el Rey había soñado.
Cierto día llegaron al Alcázar tres jóvenes peregrinos que pidieron ser recibidos por el monarca, pregunto San Fernando qué deseaban y ellos le dijeron que eran escultores, que venían en viaje de perfeccionamiento de su arte. Les ofreció San Fernando cuantas facilidades quisieran para su aprendizaje y en agradecimiento le quisieron hacer un regalo de alguna imagen de la virgen, acepto el rey su ofrecimiento y mando que se le facilitase cuantos materiales y herramientas pidieran para su trabajo, pero ellos contestaron, que no necesitaban nada, sino solamente un salón donde se le dejaran trabajar sin ser vistos ni molestados por nadie. Se encerraron pues, en una cámara del Alcázar y al cabo de varias horas una criada que movida por la curiosidad miró por la cerradura vio que los tres extranjeros no estaban trabajando, sino arrodillados cantando dulces plegarias en medio de un gran resplandor, y acudió a comunicarlo al Rey.
Quiso el Rey comprobarlo y entonces reparó en algo que no había visto la criada: sobre la mesa que se les había dado para trabajar, tenían ya hecha y terminada una primorosa imagen de la Virgen, que era exactamente la que el Rey había visto en su sueño.
Tembloroso de emoción San Fernando abrió la puerta y al entrar le cegó el resplandor de una inmensa luz. La Virgen sonreía frente a él y los tres jóvenes escultores habían desaparecido milagrosamente, sin que hubiese otra puerta por donde hubieran salido.
Son estos, días de mucha devoción por nuestra bendita Virgen y en la mañana de hoy reúne en Sevilla a todo tipo de público. Devotos de toda la provincia y hasta de distintas partes de Andalucía, se acercan a la capital en este mes de agosto, viéndose así interrumpidas las esperadas vacaciones.
Es tal la preparación y devoción de los fieles que no dudan en emprender su marcha desde primeras horas de la madrugada portando únicamente una silla para aliviar la larga espera de la salida de la “Señora de Sevilla”.
Este año el esfuerzo de estos fieles va a ser ciertamente muy superior pues dados los trabajos de reparación que sufren los aledaños de la Catedral y sus alrededores, el itinerario de esta milenaria procesión se ha visto alterado.
Con motivo de esta festividad, felicitamos desde esta Cancilleria a todas las hermanas que celebren su onomástica el día de esta Virgen de Agosto.