Sunday, June 10, 2007

Nos está faltando bendecir el pasado, el presente y el futuro

Buenos Aires, 9 Jun. 07 (AICA)
El Card. Jorge Bergoglio en la celebración de Corpus Christi

“Bendecir es algo que nos anda haciendo falta en nuestra vida como comunidad. Decirnos bien las cosas buenas que nos damos. El no decirnos bien las cosas en público es quizás uno de nuestros defectos. Porque en ámbitos más personales o más de amistad y de familia, solemos tener buen diálogo. En cambio nos cuesta el diálogo público: el decirnos bien las cosas institucionalmente, delante de todos, para bien de todos”, dijo el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Mario Bergoglio, al presidir la misa del Corpus Christi en la Plaza de Mayo, donde se congregaron miles de fieles.

El purpurado porteño explicó que el don de bendecir es “decir bien dando la verdad”, por eso consideró que “también nos hace falta decirnos bien las cosas que nos dieron nuestros mayores: bendecir nuestro pasado, no maldecirlo”.

“Lo que fue pecado e injusticia también necesita ser bendecido con el perdón, el arrepentimiento y la reparación. Y lo que fue bueno, necesita ser bendecido con el reconocimiento y la acción de gracias que sabe valorar la vida que se nos dio, la tierra que recibimos. Bendecir el pasado es hablar bien de Dios, de nuestros padres y de nuestros abuelos. Agradecer lo que nos dieron aun con sus imperfecciones y pecados es ser bien nacidos. Pero es mucho lo recibido. El que maldice para atrás es porque seguramente está planeando sacar una ventaja en el presente o en el futuro, una ventaja que no será bendición para otros”, advirtió.

Tras asegurar que “nos hace falta también bendecir el presente, hablar bien unos de otros. No para adularnos, sino buscando lo que construye, lo que une, lo bueno que compartimos y que supera las distintas perspectivas y es bien común”, estimó que “nos hace falta bendecir el futuro, bendecirlo con gestos de trabajo cuyo fruto no será para nosotros, sino para nuestros hijos”.

Tras la celebración eucarística, Bergoglio renovó la consagración de la ciudad y de la arquidiócesis de Buenos Aires a Nuestra Señora de Luján y encabezó la tradicional procesión con el Santísimo Sacramento alrededor de la Plaza de Mayo.

Marcha Juvenil

Grupos juveniles con imágenes marianas y de Jesucristo marchan desde cuatro puntos de la ciudad hasta Plaza de Mayo, donde acercaron las intenciones recogidas a lo largo del camino.

Previamente se detuvieron en la Plaza de la Memoria, del barrio de Once, donde se recuerda la tragedia de Cromañón. Allí se unieron familiares de las víctimas del siniestro del 30 de diciembre de 2004, que llevaron la imagen de La Piedad que el purpurado bendijo el año pasado.

En la intersección de Avenida de Mayo y Rivadavia, los esperaba el cardenal Bergoglio, que improvisó un mensaje para ellos. Destacó que hayan caminado “gratuitamente para decir que Jesús es amor y que vale la pena seguir este camino”, y valoró que con su actitud misionera hayan empezado a “romper” los esquemas.

“Mientras algunos por ahí estaban reunidos a ver cómo podían hacer para tener más dinero, más poder, o más influencias, ustedes estaban diciendo que el amor es servicio; y que lo único que vale en la vida es vivir para los demás. ¡Yo soy un hombre, una mujer, que vivo para los demás! Lo que ustedes estaban gritando con su modo de ser, es que el que no vive para servir, no sirve para vivir”, les recordó.

Previo a invitarlos a participar de la misa, enfatizó: “Estamos cansados de gente que no sirva para vivir. Nosotros queremos vivir para servir. Y eso lo han dicho ustedes… Y eso es romper los esquemas. Y entonces, si ustedes ahora van a seguir a Jesús, quieren seguirlo al amor, sepan que su vida va a ser siempre eso. Romper los esquemas artificiales que nos quieren imponer, romper los esquemas artificiales de un mundo fácil que nos vende la ‘fácil’, ‘hacela fácil’, ‘no te rompas’, ‘hacé la que te gusta’”.+ AICA - Toda la información puede ser reproducida parcial o totalmente, citando la fuente