UN SUEÑO HECHO REALIDAD
EL CORAZON DE EUROPA
AUSTRIA
V
V
Acabamos nuestro viaje en la capital de Austria, Viena ciudad en que tanto Johann Strauss como Wolfgang Amadeus Mozart encuentran su inspiración para la creación de sus imponentes obras.
A su larga tradición musical se suman sus grandiosos monumentos que recuerdan la época dorada de los Habsburgo.
Un placer nos resultó pasear por La Ringstrasse, una de las avenidas más monumentales, donde se encuentran edificios como el Ayuntamiento, el Teatro Nacional, El Palacio Imperial Hofburg, los Museos de Historia del Arte, y el de Historia Natural, La Opera; hasta llegar al Prater con su famosa Noria gigante, el Danubio, El Palacio de Belvedere, y El Palacio de Schönbrunn.
En el centro de la ciudad nos maravillo la obra espléndida de la Catedral de San Esteban, con su impresionante torre sur de 137 metros de altitud, llamada popularmente “Steffl”, símbolo por excelencia de Viena,
no solamente es una obra del arte gótico, si no también monumento de la fe.

Una de las visitas que más me impactaron, fue la realizada a un edificio vanguardista, algo inusual, en una ciudad antigua, con multitud de edificaciones del siglo pasado, donde se construían palacios, villas y castillos, y donde se premiaban grandiosidad y riqueza arquitectónica.
El edificio en cuestión es el Hundertwasser se le llama así en honor a su creador Friedrich Stowasser, que nació en Viena en 1928 y murió en el año 2000. La sencillez empleada
en la construcción da una lección entendida por todos, reflejando la arquitectura del pintor dibujos agradables a los niños, con sus formas orgánicas y asimétricas, ventanas con marcos multicolores, líneas de fachada de colores intensos de restos de cerámica. Edificio adornado por jardines situados en la parte superior y caída de plantas sobre las paredes exteriores que nos dan la visión deseada por su inventor de satisfacer los deseos de los niños, al ver su Jardín soñado que les recuerdan el cuento que leen y que no olvidaran.

Friedrich Stowasser que se conocía como el “médico de la arquitectura” consideró que la arquitectura moderna estaba enferma, por lo que era necesario curarla, se opuso a la corporación de los arquitectos profesionales, remodeló con valentía edificios antiguos, iglesias y casas, de gran valor arquitectónico, dándoles la belleza y el esplendor a las edificaciones de estructuras estériles sin carácter ni fuerza.
El edifico que nos ocupa, consta de 50 apartamentos remodelados por Friedrich Stowasser en 1985. Las paredes de colores claros azules, rojos, naranjas y amarillos que nos hace una atracción magnética, es atrayente y preferente para el turista que visita Viena.
Llego el momento de realizar una de las visitas más deseadas, por fin conocimos el edificio vienés “Wiener Konzerthaus”, en él se encuentra la Sala Magna; se terminó de construir bajo el reinado del Emperador Francisco José I en 1913 y fue completamente remodelado en los años 1998 - 2000. Actualmente es la sede de la Orquesta Sinfónica de Viena y el lugar donde ésta ofrece anualmente un gran número de conciertos. Notables festivales, como “Wiener Festwochen” (Festival de Viena), se organizan en el Konzerthaus. El Konzerthaus cuenta con modernos dispositivos técnicos, como por ejemplo, el aire acondicionado
Presenciamos un concierto de ensueño con una programación, digna de cualquier tiempo, a su cabeza un gran director Pert Hofbauer, junto a él los cantantes Uljana Levit, Ulrike Steinsky y Milena Rudiferia , para representar entre otras obras importantes la EIN MÄDCHEN ODER WEIBCHEN, PAPAGENO-PAPAGENA(Zauberflöte - W.A. Mozart), NUN VERGISS LEISES FLEHEN, SAGT HOLDE FRAUEN (W.A. Mozart), TRITSCH - TRATSCH - POLKA (J.Strauss), DIE FLEDERMAUS-OUVERTURE(J.Strauss), BRÜDERLEIN - SCHWESTERLEIN (Fledermaus -J.Strauss)
Para culminar como bien merece este viaje de ensueño, visitamos los Bosques de Viena, a unos 20 minutos de la ciudad. Aquí las últimas ondulaciones de los Alpes se mezclan con las aguas tranquilas del Danubio. En el aire se percibe la cercanía de los árboles. La brisa fresca que acaricia las montañas, trae el perfume de las violetas. Y la luz tiene una transparencia como de alguien que nos observa.
Con esta estampa maravillosa nos dirigimos a una taberna con tintes propios de ese tiempo. Durante esta última cena en Viena, nos rodeamos de los amigos y compañeros de viaje, organizando una fiesta inolvidable, a la que se unieron unos músicos que allí se encontraban e interpretamos canciones inolvidables, en definitiva, una experiencia inolvidable en este maravilloso viaje a AUSTRIA.