Monday, March 26, 2007

“EL SUEÑO DE UN REY”

“EL COSTURERO DE LA REINA

En el parque de Mª Luisa existe un pequeño pabellón de planta hexagonal, semeja un castillo, con torrecillas redondeadas en las esquinas y coronado por unas pequeñas almenas, está pintado a rayas horizontales de tonos almagra (rojo oxido de hierro) y calamocha (amarillento).

Es obra del arquitecto Juan de Talavera de la Vega, hacia 1890, fue el precedente del estilo regionalista neomudejar sevillano, en el que se hace uso de de las aplicaciones de cerámica trianera y de la rejería. Con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, se construyeron en este estilo numerosos edificios emblemáticos de Sevilla.

Formaba parte de los jardines del Palacio de San Telmo, residencia de los duques de Montpensier, servía como Cuerpo de guardia, y cuando ya no tuvo uso militar, era el pabellón de los guardabosques.

Los duques tenían una hija, Merceditas, una niña débil y muy pálida, a la que el medico recomendaba que tomase mucho el sol, por eso se dice que habilitaron en la parte alta de este pabellón, una salita de costura donde se iba con su aya en las mañanas de invierno.

Esta niña no es otra que la Reina Mercedes, esposa de Alfonso XII, que según la leyenda, cuando venía a Sevilla a visitar a su novia, residía en el Alcázar. Por la mañana, los días que no estaba previsto ir a San Telmo, oficialmente, se quedaba en su despacho con sus ministros, pero siempre hacía una parada, pues tenía clase de equitación. Montaba en su caballo y salía por un postigo del Alcázar, pero en vez de pasear por el lugar que su profesor le había señalado, el joven rey metía espuelas y dando la vuelta por las tapias de San Telmo, se acercaba al pabellón del guardabosque, donde Merceditas estaba cosiendo, y pasaba unos minutos con su prima, siempre bajo la desconfiada mirada de la vieja aya, que tosía impertinente, si el rey se atrevía a propasarse y cogía la blanca mano de su novia.

Por cuestiones de fecha, es probable que la reina, nunca estuviera en este pabellón, pues murió en 1878, pero esta bella leyenda pervive y merecería ser cierta.

Fue, durante décadas, utilizado como Oficina de Información Turística del Ayuntamiento de Sevilla. En 2003, se detectaron filtraciones de agua, desprendimientos de azulejos y deterioro en las crujías de madera de la primera planta. Ante esto, se inició un proceso de análisis y actuaciones urgentes, que después de tres años de trabajos de restauración, culminará esta primavera.

El Costurero de la Reina, manteniendo todos los elementos originales de su construcción, recuperara sus funciones turísticas. Volverá la Oficina Municipal de Información Turística a instalarse en la planta baja. La primera planta se habilitará como sala de exposiciones. La azotea se prepara como mirador hacia el Parque de Mª Luisa y hacia el río, aunque no cabe duda, que la vista será bien distinta de la que veía la Reina Mercedes.