Thursday, January 25, 2007

ECIJA UNA CIUDAD QUE VIVE CON SUS TRADICIONES


Hoy se conmemora el milagro del Patrón de Ecija San Pablo, una ciudad milenaria, debe su nombre a los Griegos que la llamaron ASTIGI, que significa tierra de ciudadanos, y posteriormente fue conservado su nombre por los Romanos.

En tiempo de Augusto fue cabeza de la provincia Bética, con el nombre y la condición de Colonia Augusta firma, de un convento jurídico que comprendía otros 49 pueblos entre ellos Iliberi (Granada) y Malaca (Málaga)

Desde el siglo III tuvo sede episcopal y fue su primer obispo San Crispín. En el siglo VII, tuvo a San Fulgencio, cuya hermana, Santa Florentina fundo el primer monasterio de vírgenes en España. A Ecija vino a refugiarse San Hermenegildo perseguido por su padre Leovigildo.

La someten los árabes declarándola ciudad tributaria, siendo conocida en esta época con los nombres Estadja (ciudad rica) y Medina Alcoton (ciudad del algodón), llegando finalmente a ser capital de un reino independiente. La etapa árabe llego hasta el reinado de Aben-Hud, rey moro de Murcia que se estableció en Ecija para impedir el avance de Fernando III hacia Córdoba.

Después de la conquista de Córdoba, se instala en Ecija 200 familias castellanas de nombre ilustres, concediéndosele el fuero de Córdoba e incluso el de ciudad por Enrique III.

En el siglo XVI se organizan los primeros gremios, llegando en el siglo XVIII a su época de máximo esplendor.

En Ecija es posible admirar interesantísimas construcciones tanto religiosas como civiles de los s. XVI, XVII y XVIII. Son muchos los palacios en los que pueden apreciarse preciosas portadas, escaleras con valiosísimos trabajos de yeserias, balcones corridos y patios enclaustrados muy típicos. Son característicos los interiores de sus viviendas, sus hermosas calles enjalbegadas, las mansiones señoriales, la Plaza Mayor rodeada de soportales……. Conserva las viejas muralla árabes y tanto en la ciudad como en las cercanías abundan los vestigios de la romana Astigi.

Ecija conserva muchas tradiciones entre ellas la que hoy conmemoramos. Desde 1436 hoy como cada 25 de Enero, Ecija recuerda el milagro de San Pablo, con la lectura del escrito que recoge el hecho.

Según escrito del pergamino origina del escribano de la ciudad D. Jerónimo de Guzmán, el día 20 del mes de febrero de año 1436, ocurrió en Ecija el Milagro del Apóstol Pablo de Tarso, que se apareció aun hijo de D. Diego Fernández de Carmona llamado Anton, de 14 años, al que advirtió que el Señor estaba muy airado con la ciudad, y que si los vecinos “no hiciera penitencia, confesasen y comulgase con devoción y enmendase dichos vicios y pecados el Señor Jesucristo, mandaría sobre Ecija pestilencia grande”

A continuación – cuenta la historia - , selló San Pablo la mano derecha del muchacho atándole los dedos y le advirtió que lo hiciera público y después “fuese al Monasterio de Santo Domingo de la Orden de los Predicadores y que pusiese la mano sobre una cruz situado en dicho templo y que se le abriría y desataría y se volvería tan sana como la tenia “, algo que ocurrió después de que los ecijanos se arremetieran y enmendara sus actitudes.

En memoria de este milagro, San Pablo fue nombrado Patrón de Ecija y se acordó hacer cada año una procesión el día de su conversión.