Wednesday, July 05, 2006

TESTIMONIO QUE SE RECUPERA CADA AÑO DE LA HISTORIA DE SEVILLA

Este año se ha cumplido el XX aniversario de la recuperación de una tradición Sevillana, que se remonta desde el año 1403, cuando el Infante Don Fernando regresó victorioso tras la conquista de Antequera, y aunque después fuera proclamado Rey de Aragón, la historia le conoce como “Fernando el de Antequera”, se hicieron en Sevilla en la noche de San Pedro, grandes regocijos y repiques iluminarías.

Durante estos 600 años esta costumbre solo tuvo dos interrupciones, de 1839 a 1865 y la última entre 1961 y 1986.

Gracias a los sevillanos Rogelio Gómez Gómez y Eusebio Alvarez Osorio Rojas Marcos y a la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora del Sol, recuperamos las tradicionales “Lagrimas de San Pedro”.

Todos los años a las 12 de la noche del día de San Pedro, suben ceremoniosamente las rampas de la Giralda, seis clarineros de la Banda del Sol, acompañados por Albarderos de escolta de esta misma banda, todos con uniforme de gala, después de haber recorrido las naves de la Catedral y haberse postrado ante las capillas del Santísimo Sacramento y de la Patrona de Sevilla Nuestra Señora de los Reyes.

Ya en el campanario, comienzan a sonar las campanas de la Giralda, que están tan cerca del cielo, y cuando termina el eco del ensordecedor repique, los clarines dejan oír los toques de una pequeña melodía, que repiten en cada una de las cuatro caras de la Giralda, para recordarnos que las predicaciones de San Pedro fueron hechas a los cuatro vientos. Este es el toque más íntimo, el que mejor se oye, en el silencio de la noche. Se vuelve a repetir, con el mismo ceremonial a las nueve y media de la mañana y a las doce del mediodía, hora del Ángelus.

Quizás sea esta una de las tradiciones menos conocidas de las muchas que tiene Sevilla.