Wednesday, March 29, 2006

Tolerancia, Justicia, Trabajo y Compasión

Que aquel que busca siga buscando hasta que encuentre. Cuando encuentre, se turbará. Cuando se turbe, quedará asombrado y gobernará sobre todas las cosas”
Evangelio Apócrifo de Tomás (32,14-19)

El conocimiento nos coloca en un estado de soledad difícil y nos obliga a luchas contra nuestras propias resistencias internas y en esa situación es en la que algunas damas y caballeros nos encontramos cuando constatamos tanta necesidad por cubrir y los escasos medios con los que contamos para hacerlo.

Sin la aportación de Maria Magdalena y las mujeres que le siguieron en los primeros días después de la crucifixión de JESUS EL CRISTO, el cristianismo no hubiera sido posible, muchos de los apóstoles se estaban repartiendo el poder que JESUS EL CRISTO les prometía al no entender que no era de este mundo y encontrarse en la nada con su muerte provisional.

María Magdalena si lo entendió, creyó en su resurrección y comprendió, de inmediato a que tipo de poder se refería, no se escondió, no se desinflo como los apóstoles varones y desde el primer momento comenzó la lucha por extender el Reino de Cristo en la tierra, con un puñado de mujeres.

La Labor de Damas y Caballeros que nos han precedido en la Orden es digna de encomio, gracias a su disposición personal y a su trabajo hemos recorrido un buen trecho del camino en la buena dirección y hemos realizado las obras que la Orden está llamada a realizar.

Es comprensible que ante tanta dificultad, por todos conocida, el espíritu se turbe y la resistencia interna nos obligue a preguntarnos si estamos en el buen camino, ¡lo estamos ¡ ¡seguro ¡ no tenemos físicamente a la Magdalena, pero tenemos a otras damas y caballeros que le harían justicia.

Si alguna vez la Orden goza de excedentes económicos, no se si será mas fácil o tan solo será más cómodo, los que hasta este momento nos han precedido han trabajado y han luchado sin ese premio y han sido capaces de ofrecer unos resultados que para si lo quisieran los que nos critican o los que, sencillamente, piensan que estamos locos.

Es posible que debamos y tengamos que replantear nos otra estrategia, la que hasta el momento nos ha servido se nos queda costa y obsoleta, en ello estamos, pero quiero que los Caballeros y Damos que nos han precedido, sepan, que vamos a continuar con la labor que ellos emprendieron y que el respeto y la consideración que nos merecen es el mismo que la Magdalena le merecía a JESUS EL CRISTO.

En Dios confiando.